lunes, 30 de noviembre de 2015

el flash

En muchas ocasiones la luz natural no es suficiente o querremos utilizar luz adicional para crear efectos concretos. Para ello tenemos dos tipos de iluminación artificial que podemos aportar: flash o luz continua.
El flash es un destello de luz puntual que ilumina la escena durante un instante.
En el mercado podemos encontrar los siguientes tipos de flashes:
  • Flash integrado en la cámara: Es el menos potente de todos y es bastante poco práctico. Una de sus mayores limitaciones es que dispara desde la misma posición que la cámara y al no poder dirigirlo hacia un destino concreto siempre disparará frontalmente respecto al sujeto.

El resultado suele ser un “flashazo”, con una luz muy dura y poco favorecedora. Aunque las cámaras réflex actuales permiten controlar su intensidad no es un tipo de flash recomendable para fines creativos. Sus principales funciones son las de sacarte de un apuro en caso de necesitar más luz o también la de rellenar con algo de luz las zonas oscuras de una imagen. Esto último se llama flash de relleno, y su función es dar detalle a las zonas que quedan más en sombra en la imagen.
En este ejemplo, al estar debajo de una sombrilla, con una diferencia de iluminación muy grande respecto al fondo, éste queda sobreexpuesto para que ella quede correctamente expuesta. Sin embargo, al utilizar el flash he podido subexponer la cámara y así el fondo ha quedado correctamente expuesto y el sujeto sale correctamente iluminado con el flash. En este caso se utilizó el flash incorporado en la cámara.
Con Flash

Sin Flash


  • Flash externo portátil: Es un flash adicional externo a la cámara. Éste puede funcionar fijo conectado a la zapata de flash de la cámara o bien separado de dicha zapata y disparado bien a través de cables o bien a través de sistemas inalámbricos. Esto depende del modelo de flash y de los accesorios de los que se dispone para hacerlo disparar.

Con este tipo de flash las posibilidades aumentan tremendamente. Dependiendo del precio van incorporando cada vez más características. No sólo la potencia del flash es importante, sino otras características básicas como que permita girarse para dirigir la luz, que sea capaz de controlar otros flashes inalámbricamente o recibir órdenes de un flash maestro o células emisoras. En la siguiente foto el flash no está disparado apuntando al sujeto, sino al techo. Esto se llama flash rebotado, y consiste en disparar bien hacia el techo o bien hacia paredes o superficies planas que reflejarán la luz, quedando mucho más difuminada.

Si el flash es inalámbrico o disponemos de los accesorios suficientes como para hacerlos inalámbricos entonces podemos colocarlos donde queramos y jugar con la luz de forma mucho más creativa. Existen en el mercado kits de emisor-receptor para convertir casi cualquier flash en inalámbrico. Los hay de diferentes precios y es muy importante asegurarse de que el kit es compatible con tu modelo de cámara o de flash. De no ser así, podrías llegar a freír la cámara o el flash.


  • Flash de estudio: Como su propio nombre indica son flashes indicados para disparar en estudio. Las características que les hacen especialmente idóneos para ello es que al no tener que ser portátiles no tienen tantas limitaciones en su construcción, especialmente de tamaño. Así, suelen ser más grandes, se conectan directamente a la corriente, se acoplan fácilmente a trípodes y permiten acoplarle otros accesorios de iluminación como pantallas difusoras o paraguas. Dependiendo del precio pueden llevar luces de modelado o no. Las luces de modelado son bombillas halógenas que están encendidas continuamente durante una sesión de estudio. Al salir del flash de estudio te permiten prever las sombras que el flash creará en los rostros.



La Iluminación

El control de la luz y el color por parte del fotógrafo es otra herramienta poderosa a la hora de transmitir sensaciones que van más allá de la percepción visual y para dirigir la atención, algunos expertos afirman que el elemento principal de la fotografía es la luz, un buen manejo de luz dará mayor valor a la fotografía. Véase el artículo iluminación en fotografía para mayor detalle.
Así, por ejemplo, para resaltar el motivo es conveniente buscar un contraste de tono y/o color entre el motivo y el fondo. También es conveniente simplificar la composición, buscar fondos uniformes y pocos colores muy marcados en la foto; evitar los fondos llenos de detalles que puedan distraer la atención. En general es más impactante una fotografía con pocos elementos y pocos colores muy contrastados que una fotografía con muchos elementos en los que ninguno resalta especialmente sobre el resto.
Una opción vistosa para resaltar algunos motivos puede ser la de utilizar un marco natural que lo rodee como fondo (pe. un pórtico, el marco de una ventana, arreglos vegetales, etc).
Del mismo modo, los distintos tipos de luz solar pueden producir distintos tipos de sombras y matices afectando a la percepción de las texturas y los volúmenes:
  • La luz del mediodía es una luz dura, intensa y que elimina las sombras, lo cual afecta negativamente a la percepción del volumen y los matices de la superficie de los objetos. En general no suele ser buena para la fotografía.
  • La luz de la mañana ilumina con tonos frescos apastelados y difumina normalmente los detalles lejanos.
  • La luz del atardecer ilumina lateralmente y con tonos dorados y cálidos produciendo sombras que resaltan la textura de los objetos y su volumen.
Según las estaciones la luz también es ligeramente diferente y ello también afecta a estos parámetros, y, por supuesto, el tiempo meteorológico también es crucial en este aspecto. Lo importante es que el fotógrafo sea consciente de la iluminación de que dispone en cada momento y su efecto sobre la fotografía de modo que pueda intentar contrarrestarlo (pe. con iluminación artificial, con un filtro,...) o simplemente cambiar de lugar o de punto de vista para realizar la toma en mejores condiciones.
El color también es importante ya que puede ser utilizado como otro recurso expresivo más. La saturación de color evoca intensidad y los tonos suaves tranquilidad. La cantidad de colores y su gama afecta también a la percepción del espectador y a las sensaciones que en él se pueden evocar.
Finalmente, la fotografía en blanco y negro es también muy impactante y ayuda a resaltar mejor los contrastes y las variaciones tonales (por ejemplo de la piel). Además ayuda a que el color no distraiga de otros recursos expresivos (como la forma, la textura, la expresión de una cara) que el fotógrafo desee primar.

El enfoque

El enfoque es otro de los elementos fundamentales para dirigir la atención del espectador y resaltar los motivos de nuestras composiciones.
El anillo de enfoque de la cámara fotográfica nos permite enfocar a distintas distancias y controlando la apertura del diafragma y el tiempo de exposición del obturador podemos conseguir mayor o menor profundidad de campo en la imagen y también enfoques selectivos.

Profundidad de Campo Limitada                          Profundidad de Campo Amplia
El primer gran recurso artístico del enfoque total es claro: resaltar el elemento enfocado (el motivo) frente a todo lo demás que está desenfocado (fondo). Este recurso es muy poderoso a la hora de fijar el centro de interés de la fotografía y todo buen fotógrafo hace uso profuso de él.
El enfoque selectivo no deja de ser una aplicación de una reducida profundidad de campo. En fotografía de paisajes, en general, es preferible una gran profundidad de campo para abarcar todos los detalles con nitidez en todas las zonas de la fotografía. No obstante, para el retrato, la fotografía del detalle y muchas otras ocasiones suele ser preferible una profundidad de campo limitada para que sólo aquello que interesa al fotógrafo aparezca nítido.


El Encuadre

Consiste en la captura de la realidad exterior eligiendo y organizando los elementos que formarán parte de la composición del contenido de la imagen, es decir, aquello que el fotógrafo sitúa dentro de la fotografía y la porción de escena que elige captar.
En esta selección de lo que sitúa dentro de la fotografía y cómo se hace, aunque ninguna es norma estricta, existen algunas directrices que se pueden tener en cuenta, a saber:
  • En toda escena suele existir un motivo y fondo. Para resaltar el motivo el fotógrafo debe llenar el encuadre con él, esto es, hacer que ése sea el objeto principal en la escena; de este modo excluiremos del encuadre otros objetos que puedan distraer la atención del espectador sobre el que el fotógrafo ha seleccionado.
  • La línea del horizonte suele ser una referencia visual clave para el ser humano. Normalmente ésta debe mantenerse recta, horizontal. La percepción de una línea del horizonte inclinada suele llamar la atención y, si no está justificada, da al espectador la sensación de que los objetos se van a caer hacia ese lado, lo cual no suele producir buenas sensaciones.
  • También es importante considerar la profundidad de campo, pues esta permite jugar con la tercera dimensión del espacio, dando la oportunidad de añadir dramatismo a la toma.
  • Otro factor comunicativo importante en fotografía es la elección del formato del encuadre. La mayoría de los elementos fotosensibles (películas o sensores de imagen) tienen un formato rectangular y habrá por tanto la posibilidad de elegir un encuadre horizontal, vertical o inclinado: cada uno de ellos transmite sensaciones diferentes y tiene su campo de aplicabilidad:
    • El encuadre horizontal sugiere quietud, tranquilidad y suele utilizarse normalmente para paisajes y para retratos de grupo.


  • El encuadre vertical sugiere fuerza, firmeza y es el más apropiado normalmente para retratos (entre otras cosas porque los seres humanos somos más altos que anchos).

  • El encuadre inclinado transmite dinamismo, fuerza o inquietud y suele utilizarse como recurso ocasional para resaltar estas cualidades en el motivo de la fotografía.



Composición fotográfica

En fotografía, ya sea fija o en cine, la composición es la forma en la que se ordenan los objetos vistos dentro del encuadre, dentro de lo que efectivamente queda en cuadro.
La perspectiva, el horizonte, la diagonal, la "A", la imagen horizontal, la imagen vertical, el centro de interés, el fondo, el contraste, el equilibrio, son elementos a tener en cuenta a la hora de componer el cuadro, estos conceptos vienen originalmente de la pintura.
La composición de una fotografía es un arte y como tal no existen reglas ni limitaciones que hagan que una determinada composición sea mejor que otra; no obstante, basándose en los elementos comunes conocidos respecto al modo en que los seres humanos percibimos y subjetivizamos las imágenes se han documentado una serie de guías que todo fotógrafo debería conocer y tener en cuenta para mejorar la transmisión de los elementos objetivos y subjetivos del tema y motivo de la imagen al espectador.
Elementos y herramientas básicas de la composición:
Para trabajar estos elementos, para modelar y transmitir mensajes en este lenguaje visual, el fotógrafo tiene a su disposición múltiples herramientas:
  • Encuadre del motivo y su entorno
  • Colocación de los objetos dentro del encuadre
  • Enfoque total o selectivo
  • Perspectiva y ángulo de la toma
  • Iluminación de la escena


Sensibilidad ISO

La sensibilidad ISO es, junto con la apertura del diafragma y el tiempo de exposición, uno de los tres elementos que definen la exposición en tus fotos.
La sensibilidad ISO marca la cantidad de luz que necesita nuestra cámara para hacer una fotografía. Este concepto, que viene arrastrado de la fotografía convencional, se mantiene en la fotografía digital, aunque sus fundamentos son algo diferentes. En el siguiente artículo te explico sus fundamentos. ¿Quieres saber más?


Foto de zuleyha
Las películas fotográficas están formadas por haluros de plata, millones de cristales transparentes sensibles a la luz, agrupados. Una gelatina actuaba como soporte impidiendo que se agrumen haciendo las veces de vehículo de esa masa lechosa. Esta gelatina, una vez seca, mantiene los haluros suspendidos formando la película propiamente dicha y permite la entrada de líquidos sin necesidad de perder ninguno de los cristales.

ISO Digital: la relación señal-ruido
Señal es toda información significativa para construir un mensaje. Ruído es cualquier otro dato que acompañe a la señal dificultando su transmisión, almacenamiento y comprensión

El tamaño de estos cristales es lo que marca la sensibilidad de la película y el grano que se aprecia al obtener las copias reveladas.
Con el paso a la fotografía digital, se conservó el concepto de sensibilidad ISO, aunque el funcionamiento del sensor no tiene mucho que ver en este aspecto, y el resultado, tampoco.
Foto de jurvetson
En las cámaras digitales, el sensor o CCD es el chip encargado de la captura de la imagen. Está compuesto por una malla de miles de celdas fotosensibles en las que se recibe la imagen formada por el lente.
Cada una de esas celdas genera una corriente eléctrica en presencia de la luz. Esa corriente eléctrica será luego convertida en datos numéricos que se almacenarán en forma digital binaria en la memoria de la cámara dando origen a un píxel.
Cada una de esas celdas genera una cantidad más o menos fija de corriente eléctrica (y por lo tanto de datos) al azar, aún en ausencia de la luz y en relación a la temperatura.
La sensibilidad de cada uno de los elementos del sensor es fija, con un valor aproximado equivalente a 100 ISO. Los índices ISO superiores que nos ofrece la cámara digital se logran no por un incremento en la sensibilidad de los elementos captores, sino por una amplificación posterior de la señal que estos emiten.


Como estos elementos tienen una emisión de señal de base mas o menos fija, al capturar una señal lumínica débil y amplificarla, estamos amplificando también una buena porción de la emisión de datos aleatoria del chip, con lo que se mezclará una cantidad de señal aleatoria sin contenido a la señal correspondiente a la imagen.

Velocidad de Obturación

El concepto. Jugar con la velocidad de obturación.
Hablemos de la velocidad de obturación. Ésta es, simplemente, la velocidad a la que se abre y se cierra el obturador de una cámara. El obturador no es más que el dispositivo que regula el tiempo durante el cuál le llega luz al sensor (o película) de la cámara. ¿Recuerdas que la fotografía es pintar con la luz?
De buenas a primeras debemos quedarnos con el concepto de que a mayor velocidad de obturación (más velocidad con la que el obturador se abre y se cierra), menos luz llegará al sensor o película de la cámara. Por el contrario, amenor velocidad de obturación (menos velocidad con la que el obturador se abre y se cierra), más luz llegará al sensor o película. Lógico, ¿verdad?
De lo mencionado anteriormente se desprenden varias consecuencias. Una de ellas es que en condiciones de escasa iluminación, una manera (de muchas posibles) de conseguir que llegue la suficiente luz al sensor sería disminuir la velocidad de obturación. Por ejemplo, en interiores, atardeceres, noche, etc. O en el caso opuesto, cuando hay mucha luz, subiremos la velocidad de obturación para que no se nos queme la fotografía.
Además de utilizarla para que nuestra fotografía esté bien expuesta, podemos someterla a nuestra creatividad. Ejemplos de ello serían los siguientes:
  • Congelar la imagen. Conseguimos que todos los elementos de la fotografía estén estáticos, inmóviles. Puede ser un efecto interesante en fotografía de deporte, de naturaleza, etc. Se consigue con velocidades altas. Otro ejemplo es la siguiente foto:


  • Captar el movimiento: Algunos o todos los elementos de la foto no están perfectamente definidos, dejan una estela a su paso. Da sensación de movimiento e incluso de velocidad. Se consigue con velocidades bajas. Un ejemplo sería esta fotografía tomada a un señor en su moto en marcha:

  • Efecto seda: Ya hablamos de éste con un ejemplo práctico. Se consigue fotografiando agua en movimiento con una velocidad baja. Aquí otro ejemplo:

  • Pintar literalmente con la luz: El LigthPainting necesita velocidades muy bajas, podemos utilizar un elemento que desprenda luz para realizar dibujos en el aire:



Apertura del Diafragma

El diafragma es una parte del objetivo que limita el rayo de luz que penetra en la cámara. Funciona como el iris del ojo humano, abriéndose o cerrándose para permitir que entre más o menos luz según sea necesario.
Lo abierto que está el diafragma es lo que se llama apertura de diafragma.
La apertura de diafragma se mide en números f. El salto de un valor al siguiente se denomina paso.
La escala de números f típica es la siguiente, aunque no muestra todas las posibilidades, ya que los diferentes pasos dependen del diseño del objetivo:
La relación entre los números f es que por cada paso la luminosidad se duplica o se divide por dos si la aumentamos o la reducimos respectivamente. Así f11 tiene el doble de luminosidad que f16 y la mitad que f8.
Es fácil liarse con los números y la apertura. La forma más fácil de recordarlo es que el menor número f es la mayor apertura y el mayor número f es la menor apertura. Como podéis ver son conceptos inversos.
En función del programa utilizado en la cámara la apertura de diafragma se ajusta automáticamente o puede ajustarse de forma manual.
Cada objetivo tiene una apertura de diafragma máxima. Si son objetivos con distancia focal fija la apertura máxima es fija, para zooms la apertura máxima puede cambiar según varía la distancia focal o puede ser fija, dependiendo del diseño del objetivo. La apertura de diafragma máxima viene indicada en los objetivos. Por fin vas a entender qué significan esos numeritos.
14-42mm 1:3,5-5,6 significa que el objetivo tiene una distancia focal que varía entre 14 y 42 mm. En su distancia focal mínima (14mm) tiene una apertura máxima de f3,5, y en su focal máxima (42mm) tiene una apertura máxima de f5,6.
16-45mm 1:4 significa que el objetivo tiene una distancia focal que varía entre 16 y 45 mm y en todo este rango la apertura máxima es de f4.
La distancia focal es un tema que será tratado más adelante, pero para entenderlo fácilmente es el acercamiento o alejamiento que da un objetivo sin tener que desplazarte (zoom).